viernes, 1 de marzo de 2013

Historias de crimenes y crminales 2

Una mujer como no se ven todos los días. Encendió un cigarro y lo caló hasta la mitad, luego se acomodó el vestido, arrojó la mitad del cigarrillo al suelo y se dirigió al bar de siempre. Yo la había estado siguiendo desde su casa, cuando la vi entrar al bar saqué mi revólver y la esperé en la esquina.

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