viernes, 25 de enero de 2013

La Sangre de las mariposas




Cuando el amor no es suficiente


La mente nos da señales que debemos analizar y comprender, obviarla nos puede aniquilar,
escucharlas y no hacer nada al respecto es igual de trágico.



Fred Sima



La siguiente historia está dividida en los relatos de dos personajes: I y II. Cada uno de ellos está diferenciado con un simbolo - nombre que aparece arriba de el texto.




I
¿Por qué viniste hacia mí? ¿Por qué me llamaste? Jamáz podré comprenderlo... y lo lamento tanto.
No recuerdo si tenía cigarrillos aquella tarde de septiembre. Se habían cumplido cinco años desde
que ella me dejó y yo deambulaba por una calle muerta como todas, como cada tarde. A una
cuadra de distancia ví un espejismo de mí mismo qe me llamaba con gestos. Me acerqué, aún
confiaba en mi mismo, y me paré frente a él, frente a mí. Sacó una cajilla de cigarrillos importados,
tomó uno con los dientes, al igual que lo hago siempre yo, y lo encendió con un zipo que llevaba
en el bolsillo (yo no uso zipo), luego me ofreció uno y lo acepté.
II
No puedo quitarme de la cabeza aquella secuencia que ví dos días después de la primavera del año
anterior. Un tipo iba caminando por la vereda, creo quye no sabía que yo iba detrás suyo, hasta
que a mitad de cuadra se quedó parado mirando hacia la esquina, como si estuviese viendo a
alguien más, solo que la calle estaba desierta, moribunda... No, estaba completamente muerta, si,
eso es. Caminó hasta la esquina, se volvió a parar y prendió un cigarro que sacó, con los dientes de
un paquete que llevaba en el bolsillo de su saco.
I
"Somos idénticos" Pensé de inmediato, pero él o yo, me dijo que éramos yo, nosotros, yo.
Un chico pasó cerca nuestro, imagino que habrá creido que éramos gemelos o algo así porque nos
miraba, aunque con disimulo ¿Sería el mismo que venía detrás mío hacia dos cuadras atrás? ¿Qué
diablos importa? Que pase quien quiera pasar, que hable quien quiera hablar, yo había perdido a
la mujer de mi vida y ahora estaba parado en una esquina frente a mi mismo, compartiendo un
cigarrillo conmigo mismo... ¿Tenía que importarme algo más?
II
Lo cuento siempre a esto, no sé por qué. Al tipo no lo volví a ver más pero me quedó esa
secuencia, es llamativo cuando veo esos actos de locura en alguien, cuando una mente, que podría
hacer tantas cosas increíbles, se trunca y desvaría, se pierde. No sé... por ejemplo, el otro día vi en
el diario que un tipo se mató debajo de un jacarandá y le encontraron una nota: "Las mariposas
también sangran" ¿Me podés explicar eso? Yo no me lo explico.
I
Me preguntó por qué la había dejado ir, por qué la habíamos dejado ir. No supe contestar. Me
dijo: "Tal vez no la amabamos de verdad", le contesté que la amaba aún, que no había noche que
no piense en ella... "¿Y si en verdad amamos a alguien más?" Esa pregunta me quedó grabada, no
sé por qué, no sabía, hasta ahora...
I
"Mañana suave, hierba del alba
dame tu mano blanc y virginal
Tomo tu sangre, la hago mía
y vamos juntos hasta el final..."
Estoy tratando de componer pero me cuesta un poco.
Caminamos por la misma calle hacia ningún lado. Me volvió a convidarun cigarrillo, por eso digo
que no recuerdo si tenía, porque me convidó cerca de quince esa tarde. Ibamos hablando del
amor, del maldito amor y todo aquel que pasaba nos miraba ¿Qué miraban? bueno, era raro ver a
dos calcos de persona caminando a la par; por suerte no vestíamos igual.
Nos sentamos en el cordón de la vereda, no pasaba nadie. Se quedó en silencio, bueno, nos
quedamos en silencio y nos besamos. Antes de eso no había sentido amor verdadero, no sabía lo
que era. Cuando abrí los ojos mi espejismo ya no estaba, me había quedado solo ¿Había estado
solo desde el principio?
Me gustaría repetir ese momento, pero creo que mi mente lo había armado todo para darme
cuenta de que me amaba a mí, más de lo que puedo llegar a amar a cualquiera. Es increíble lo que
la mente puede llegar a hacer, pensar que algunos no comprenden nada, te ven meditar y piensan
que estás loco; eso es lo feo de ser "normal", prefiero estar "loco".
II
Mi novia... la amo, si, la amo y ella me ama. Dice que una vez amó a alguien pero que el tipo se
amaba demasiado, que la quería mucho, pero que no podía amar a nadie más que a sí mismo...
Tuvo que dejarlo, le inventó todo un cuento y lo dejó, porque si le decía la verdad, él lo iba a
negar todo y enloquecería, aún más de lo que estaba. Yo no lo conozco, ella no me dijo nunca su
nombre, pero me gustaría saber quién es. Hace cinco año que estamos juntos y si, la amo.
I
Pasaron seis años desde que ella me dejó y cinco desde que me dí cuenta de a quien amo en
realidad, pero no puedo más con esto. Me tengo a mí, a quien amo, y yo me amo a mí, pero no es
suficiente, estoy mal, vacío, no sé que me pasa. El otro día escribí una frase hermosa pero muy
triste para mí, y cada vez que la leo me dan ganas de llorar, me causa mucho dolor.
"Las mariposas también sangran"
¿Se entiende, no? que triste que es...
Todas las tardes me recuesto bajo un árbol que está cerca de mi casa, un jacarandá, y pienso si el
amor que ella me hubiera dado alcanzaría para hacerme feliz, o si sería como el que yo me doy...
No sé que pensar ya.



FIN


Fred Sima

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