En la ciudad, la extraña y maldita ciudad, todos veían rondar a un clown. Sombrío, callado, lo creían maniatico. Un ser de lo más extraño. Lo llamaban No Fun, en alusión a la canción de los Sex Pistols, pero nadie sabía su nombre ni nada de él. Siempre que salían a la calle, el clown estaba por ahí; a veces caminaba sin rumbo, otras se quedaba parado en silencio y miraba a la nada, hasta que llegara el puto ocaso.
Los niños le tenían miedo y los adultos le temían en secreto. Algunos adolescentes lo admiraban. Habían grafitis con el lema "Ahí se queda el clown" o "No Fun te observa" pero él no prestaba atención a nada.
Por la noche eran pocos los que salían a la calle, ya con la protección del sol, muchos eran los que recurrían al municipio a pedir que se encarguen del tema, pero nadie se animaba.
Un tarde cuando solo algunos jóvenes vagaban por el cemento gris, se oyó un grito infernal, tan agudo como si una bestia lo hubiese disparado desde su maldito corazón. Inmediatamente todos fueron a ver a No Fun, pero él estaba inmóvil. Solo una chica de cabellos dorados y ojos de miel se animó a acercarse.
-¿Fuiste vos? - le preguntó.
El clown no habló. Entonces todos se fueron.
Desde esa vez, cada vez que oscurecía, se escuchaba el grito más espantoso y triste del mundo. Una noche de lluvia, el único ser que estaba en la calle era No Fun, ni siquiera los vagabundos se dejaban ver. Y entre los truenos y el agua que parecía querer aplastar al universo, se escuchaba una y otra vez aquel gemido. La chica no lo soportó más, ella no toleraba que alguien sufriera, y salió a buscarlo, bajo un cielo que parecía querer matarla. Lo encontró parado, inmóvil, con los ojos abiertos como si soportara un terrible dolor, un sufrimiento ancestral y enraizado en su ser.
-¿Qué te pasa? ¡Decime!
Pero No Fun no habló, ni siquiera la miró.
La chica, llena de miedo, lo besó en la frente, entonces el clown dijo:
- Era mi alma la que gritaba.
No Fun se fue caminando lentamente bajo la lluvia que seguía callendo sobre las almas. La chica se sintió muy mal y volvió a su casa.
El sol brillaba como eterno, y no se volvió a ver al clown nunca más. Solo unos pocos creen recordar la historia.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario