Miriam Rose era la mejor actriz que jamás haya existido. Esta francesa era talentosa, hermosa, tenía clase y estilo. Yo, en cambio, era un escritor principiante. Miriam no solo había conquistado Europa y Estados Unidos con films espectaculares como: "Eclipsame", "La dama loca", o "Yo lo hice"; en todos los continentes se la admiraba y se la consideraba una joya de la actuación.
En una gira por Argentina en la que Miriam promocionaría una nueva película, se alojó en uno de los más importantes hoteles de Buenos Aires. Todas las tardes la actriz saludaba desde el balcón a sus fans que la esperaban desde el medio día. Yo era uno de ellos, yo estaba enamorado de Miriam Rose. Tenía la fantasía de algún día conocerla y que ella se enamore de mí.
Durante el tiempo en que Miriam estuvo en Argentina, yo estaba realizando los últimos arreglos para que mi segunda novela: "El dragón mordía las rosas", se vendiera en las librerías.
El día de la presentación de mi novela no fui a verla a Rose, quien daría su último saludo ya que las entrevistas habían sido realizadas por todos los medios locales. Mis conocidos estaban allí, conmigo, en una de las quince librerías que pondrían mi novela a la venta. No pasaba nada, la gente ignoraba el cartel de presentación enorme que yo había pagado de mi bolsillo y seguían comprando libros de auto ayuda. En eso, la gran Miriam Rose entró a la librería acompañada de dos custodias. El tipo de seguridad debió poner candado para que los fans que la perseguían no pudieran pasar. Yo estaba anonadado. ¡El amor de mi vida en la presentación de mi libro! Tomé un ejemplar de mi obra, me acerqué y se lo dí. Ella me miró sonriendo y tomó el libro con sus francesas manos. Creí que hubo una conexión, entonces me puse firme y decidí decirle todo lo que sentía pero recordé que no hablo francés, entonces le dije algo que cualquiera puede entender: "I love you". Miriam sonrió y me miró casi con lástima y con una pronunciación terrible del español, la francesa me dijo: "Muchacho sos muy gracioso, gracias". Mientras ella y todos reían de mi fracaso, Miriam dejaba el libro en una pila con varios libros malos... Luego la vi que se alejaba y, se detenía en otro estante. Todos se reían y mi confianza se iba muriendo de a poco. Miriam Rose es la mejor actriz ds Francia y yo un escritor que no vende, la comprendo... Aun la amo.
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domingo, 5 de mayo de 2013
I love you
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